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Una vez dejado el verano atrás la decoración de nuestros espacios “sufre” una maravillosa metamorfosis hacia tonos más neutros, ocres, beiges, entre otros, y lo mismo sucede con los materiales que empleamos: terciopelos, tejidos cálidos, alfombras con texturas.. Sin embargo el uso de fibras naturales se mantiene perenne sea la estación que sea. ¿Quieres saber por qué y con qué combinarlas?
Los colores cálidos para envolvernos
La paleta de colores que manejamos en otoño e invierno se va a caracterizar por ser una copia de lo que encontramos en la naturaleza. Tonos amarillos, mostazas, ocres nos envolverán y añadirán confort en nuestras casas.
Textiles gustosos y estampados geométricos
El terciopelo, nuestro favorito. Presente en sillones, cojines y mantas nos abriga y da paz. Mezclando tonos neutros con estampados geométricos romperemos y daremos un toque transgresor a nuestros salones.
La madera: un material que no puede faltar
Asociado a lo meses de invierno por su calor, por su armonía y proporción de bienestar es un material que no puede faltar en nuestra decoración.
Estampados
¡El tropical es un must indiscutible! También puedes optar por estampados de motivos florales o botánicos.
Luz
La luz y espacio también son una clave super importante. Siguiendo las pautas importantes, con materiales y tejidos claros conseguirás luz, pero también es importante correr cortinas y saborear el frescor veraniego de sus largas horas de sol.